Candido, Mesonero Mayor de Castilla
Eran las últimas décadas del siglo XIX, la histórica ciudad de Segovia hoy Patrimonio de la Humanidad, que había conocido aquellos lejanos días de riqueza motivada por su agricultura, su ganadería y en especial por su industria lanera, aquellos paños que llevaban su nombre por toda Europa, aquella jornada que vio coronarse Reina a la figura señera de la Infanta Isabel La Católica como Reina de Castilla en su Plaza Mayor, aquella Boda Real de Felipe II en el Patio de Armas de su Alcázar, vive en esos días los momentos más bajos de su historia tras la decadencia y despoblamiento de la ciudad.
La esperanza se centraba en la construcción del Ferrocarril que la uniera con la Villa de la Corte y que así, esta pequeña ciudad, apenas conocida en España e ignorada internacionalmente, fuese visitada por un gran número de gentes.
Corría el año 1884 y por fin llegó a Segovia tan anhelado acontecimiento: se hizo un gran esfuerzo, se levantaron Posadas, Aposentos, Hornos, Figones, Casas de vinos y comidas y Mesones, y entre los que bajo las bimilenarias piedras del Acueducto que nos legara Roma, se abrió este, único que queda de todos aquellos, instalado en una vieja casa de fachada de entramado de ladrillo y con soportales de arquería de orden toscano.
Se unían estos viejos visitantes más aquellos que llegaban a la Plaza del Azoguejo en polvorientas y ruidosas diligencias que comunicaban a la ciudad con sus cabezas de partido y que acudían al mercado semanal que se celebraba todos los jueves desde tiempos de Nuestro Señor el Rey D. Alfonso VI, quien otorgó este privilegio real a la ciudad constituyendo lugar predilecto de mercaderes y viajeros.
Pero aquellos visitantes del otro lado de la sierra tardaron en venir en forma masiva y hubo que esperar hasta bien avanzado el siglo XX que habría de presenciar la más honda evolución de la historia para que ello fuese así.
De aquellos establecimientos hosteleros que se abrieron a lo largo del Acueducto Romano, es este viejo Mesón el único que perdura y que aún continúa día a día ofreciendo sus servicios a sus visitantes.
A partir de la 2ª Mitad del siglo XX, el Mesón fue incluido en el inventario de monumentos artísticos de la Ciudad Grupo B.C. Decreto 12 de julio de 1941, fue restaurado y ampliado bajo las directrices de las Direcciones Generales de Arquitectura y Bellas Artes, mereciendo especial mención la colección de murales en los que se ofrecen rincones de nuestra capital y provincia junto con sus costumbres y tradiciones, muchas ya desaparecidas.
Sus libros de Oro constituyen una valiosa colección bibliográfica; con sus firmas, autógrafos y opiniones de sus visitantes; Reyes, Emperadores, miembros de Casas Reales, Jefes de Estado, Políticos, Embajadores, Premios Nóbeles, Escritores, Poetas, Artistas de todas las clases, que honraron con su presencia física y dejaron su recuerdo.
En la Galería de Hombres Ilustres y en pergaminos enmarcados se ofrecen las firmas de estos visitantes ilustres.
Su fama es reconocida internacionalmente y el mayor servicio que la familia Cándido puede hacer es la de conservar este Mesón del Azoguejo como homenaje a sus antecesores y como mejor servicio a la Ciudad de Segovia.